Al igual que en siglos pasados, las lamas aún descansan hoy a la sombra de la gigantesca muralla de la fortaleza de Sacsayhuamán. No se les permite llevar más de 25 kilos en sus sacos de rayas brillantes.
Al igual que en siglos pasados, las lamas aún descansan hoy a la sombra de la gigantesca muralla de la fortaleza de Sacsayhuamán. No se les permite llevar más de 25 kilos en sus sacos de rayas brillantes.