Bajo la tormenta que se acerca, el Qhapac Ñan, el camino real de los incas, se eleva a una altitud de 3500 a 4000 metros desde la entrada del valle sagrado hasta las puertas de Machu Picchu, que alguna vez estuvieron cerradas a los no iniciados.
Bajo la tormenta que se acerca, el Qhapac Ñan, el camino real de los incas, se eleva a una altitud de 3500 a 4000 metros desde la entrada del valle sagrado hasta las puertas de Machu Picchu, que alguna vez estuvieron cerradas a los no iniciados.