La vida de los gauchos
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La Carrera de sortijas. Mientras galopa, el jinete tiene que "coger" un anillo de unos dos centímetros de diámetro con un pequeño palo. - Estancia Santa María, Ayacucho, Provincia Buenos Aires - 1975
No hay gaucho que no sepa sepa rasguear la guitarra e improvisar, en verso, una payada tierna o pérfida. - Estancia Santa María, Ayacucho, Provincia Buenos Aires - 1975
"La carne es lo que sobra cuando no te queda nada". En la inmensidad de la Pampa, este proverbio argentino sigue siendo válido. Parilla al aire libre, el asado se corta justo en la boca mientras se come, y los mejores trozos pertenecen, naturalmente, al invitado, ya sea que haya sido invitado o se haya dejado caer al azar. - Estancia Santa María, Ayacucho, Provincia Buenos Aires - 1975
El payador tiene que ser tanto poeta como músico y cantar sobre las realidades de la vida cotidiana en versos rápidamente improvisados ... amor, violencia, soledad. - Estancia Santa María, Ayacucho, Provincia Buenos Aires - 1975
Lujosamente embridado, el caballo del gaucho lleva en su silla algo para enfrentar los elementos: cuchillo (“facón”), “boleadoras”, correas, lazo. Los estribos pueden ser de madera, cuero o plata cincelada. - Estancia Santa María, Ayacucho, Provincia Buenos Aires - 1975
